La iglesia católica creó en la mente de sus fieles, el concepto de un
satán poderoso, invencible, al que se debía temer y que tenía un poder
descomunal. Los artistas mantenidos por la iglesia dejaron volar su
imaginación y se encargaron de plasmar infinidad de imagenes aterradoras
de un ser horripilante capaz de atormentar a todo espíritu humano. Este
ser torturador de aquellas almas que entraban al infierno, solo podía
ser refrenado, expulsado y vencido a través de los rituales, conjuros y
exorsismos autorizados por la Santa Sede Vaticana. Asi solo ella podía librar a la humanidad de este tremendo castigo.
Al prohibir la
lectura y la traducción de la Biblia, la iglesia católica se aseguró un
control absoluto sobre los temas religiosos, su palabra fue materia
indiscutida durante los siglos que duró la opresión, pero el dominio sobre el
espíritu de sus fieles aún lo mantiene. Todo católico debe aceptar la
infalibilidad del pontifice, esto es un dogma, es decir algo que no
admite discusión ni opinion contraria: El Papa, quien sustituye a Dios
en la tierra, el falso e impostado vicario de Cristo nunca se equivoca.
Tamaña
arrogancia diabolica, fue usada solo con el propósito de aumentar su
poder temporal y eliminar el verdadero y maravilloso legado de
Jesucristo.
Recorda en primer lugar que Satanás no tiene los poderes que el mismo se ha atribuido. Juan nos cuenta que Jesús dijo: "El
ladrón sólo viene para robar, matar y destruir. Yo he venido para que
tengan vida, y para que la tengan en abundancia" (Juan 10:10)
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